¿Ha oído hablar alguna vez del historias de cómo lidiar con el chikan en Japón entre las mujeres? Si no, ¡te contaré lo horrible que es!
Aprovechar la falta de espacio en los lugares concurridos para meter mano es vergonzoso. Hay que ponerle fin.
Las mujeres se han acobardado a la hora de hablar del chikan. ¿Por qué? A pesar de su presencia predominante en JapónPero la situación no ha cambiado mucho en el país. Algunas de las mujeres con las que hablamos se enfrentaron a su trauma y lo volvieron a vivir para compartir sus historias sobre el chikan para ayudar a otras mujeres hablar claro.
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En hora punta, la única preocupación de una mujer debería ser coger el tren o el autobús y llegar a su destino a tiempo. Pero ser mujer es un reto. Hay muchas historias de cómo lidiar con el chikan en Japón entre las mujeres.
Estar de pie en lugares concurridos para ellas no sólo es fastidioso, sino también peligroso. En Japón, las mujeres experimentan el chikan a diario, sobre todo en el transporte público.
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¿Es común el chikan en Japón?
Sí, el chikan, o manoseo, es un problema común en Japón. Según la Agencia Nacional de Policía de Japón, en 2022 se denunciaron 2.233 casos de chikan. Se trata de un importante subregistro, ya que muchas víctimas son reacias a denunciar estos delitos.
¿Qué es el chikan en Japón?
El término "chikan" (痴漢) es una palabra japonesa que hace referencia al acoso sexual, en particular manoseos o vejaciones, cometido en lugares públicos, a menudo en trenes o autobuses abarrotados. Se trata de un grave problema social que causa gran angustia y daño a las víctimas. El chikan se considera un delito en Japón, y sus autores pueden enfrentarse a penas severas, incluida la cárcel.
Los incidentes chikan suelen implicar que un agresor toca o manosea intencionadamente el cuerpo de una víctima sin su consentimiento, a menudo en espacios concurridos o reducidos en los que puede resultar difícil escapar o identificar al agresor.
Las víctimas del chikan pueden experimentar una serie de emociones, como miedo, humillación e ira. También pueden sufrir traumas psicológicos y trastornos emocionales duraderos.
La prevalencia del chikan en Japón se atribuye a diversos factores, como las normas culturales, las actitudes sociales y las estructuras sociales. Algunos expertos creen que el énfasis japonés en la cortesía y la no confrontación puede facilitar que los agresores se salgan con la suya.
Además, el anonimato de los espacios públicos abarrotados puede proporcionar una sensación de cobertura a los delincuentes.
A pesar de las dificultades, se han hecho esfuerzos para abordar el problema del chikan en Japón. El gobierno ha puesto en marcha varias medidas, como una mayor presencia policial en el transporte público y campañas de concienciación sobre el tema. Además, hay organizaciones que prestan apoyo y asesoramiento a las víctimas del chikan.
Aunque el chikan sigue siendo un problema importante en Japón, cada vez hay un mayor reconocimiento del problema y un compromiso para abordarlo. Mediante esfuerzos continuos para prevenir y abordar el chikan, Japón puede trabajar para crear una sociedad más segura y respetuosa para todos.
Utilización bruta de la tecnología y Chikan en Japón
En un país desarrollado y tecnológicamente avanzado como Japón, ocurrió lo inevitable. Uno de los resultados más groseros de la desesperación es que los hombres comenzó a utilizar Internet para organizar y se reúnen para "llevar a cabo" una ocurrencia chikan.
Luego llegó la introducción de 'RapeLay', un videojuego que permite a los pervertidos salirse con la suya en el transporte público. Con un solo clic en el botón "rezar", la mujer se levanta.
Aunque estaba prohibido, una búsqueda en la web oscura y treinta segundos después se encontró el juego. Las historias de trato con los chikan en Japón provienen de los mismos.
Medidas adoptadas para hacer frente al chikan en Japón
Teniendo en cuenta la cobertura mediática y el advenimiento del movimiento #metoo en Japón, se ha reconocido que el chikan es un delito grave que requiere la intervención del gobierno.
El gobierno japonés y diversas organizaciones han puesto en marcha una serie de medidas para abordar el problema del chikan, entre ellas:
- Mayor presencia policial en el transporte público
Se ha desplegado un mayor número de agentes de policía en trenes y autobuses, sobre todo en las horas punta y en las rutas más propensas a los incidentes con chikanes. Con su presencia se pretende disuadir a los autores y dar sensación de seguridad a los viajeros.
- Vagones exclusivos para mujeres:
El Departamento de Policía Metropolitana introdujo vagones de tren exclusivos para mujeres en las horas punta, para que puedan viajar cómodamente.
Esta medida se tomó después de que el departamento emitiera un informe revelando que de todos los casos de acoso denunciados, 30% de los acosos se produjeron en las horas punta de la mañana, entre las 7 y las 9. Otra revelación fue que 51% de todos los chikan ocurrieron en los trenes.
- Instalación de cámaras de vigilancia
Los sistemas de transporte público están equipados con una amplia red de cámaras de vigilancia, que pueden utilizarse para detectar actividades sospechosas e identificar a los autores. Las imágenes de estas cámaras también pueden utilizarse como prueba en investigaciones penales.
- Campañas de sensibilización pública
El gobierno y las organizaciones sin ánimo de lucro han lanzado campañas de sensibilización para educar al público sobre el chikan, incluyendo cómo prevenirlo, cómo denunciarlo y cómo apoyar a las víctimas. Estas campañas suelen utilizar carteles, folletos y mensajes en las redes sociales para llegar a un público amplio.
Algunos de los carteles colocados en los coches decían "El chikan es un delito" y "Cuidado con el chikan". El primero informa al público de que no cometa este delito punible.
Hombres, mujeres y niños permanecen vigilantes en trenes y autobuses para asegurarse de no ser el próximo objetivo. Pero la erradicación de la enfermedad que es el chikan, sigue siendo un trabajo en curso.
- Servicio de apoyo a las víctimas
Hay varias organizaciones que ofrecen apoyo y asesoramiento a las víctimas de chikan. Estos servicios pueden ofrecer apoyo emocional, asistencia práctica y orientación jurídica para ayudar a las víctimas a superar el trauma de su experiencia.
- Reformas jurídicas
El gobierno japonés ha realizado varias reformas legales para endurecer las penas por chikan y facilitar a las víctimas la denuncia y persecución de estos delitos. Estas reformas incluyen el aumento de las penas de prisión para los autores y la introducción de un nuevo delito de "atentado al pudor" que abarca una gama más amplia de delitos de acoso sexual.
Estas medidas han contribuido a reducir la prevalencia del chikan en Japón, pero el problema sigue siendo importante. Es necesario seguir trabajando para concienciar, prevenir el chikan y apoyar a las víctimas.
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Historias solidarias
Por muy espantoso que sea experimentar el chikan, tenemos que ver el lado bueno y pensar que el dolor nos une. Saber que esta experiencia es compartida, es saber que se ha sentido la gravedad de la situación.
Resulta ser una oportunidad para crear un impacto significativo luchando contra el primer instinto de vergüenza y sustituyéndolo por la valentía de abrirse. Así es como hay tantas historias de cómo enfrentarse al chikan en Japón.
En Japón, varias mujeres pasan por esto regularmente. Locales y extranjeras. Estas mujeres han salido a la luz para revelar historias de cómo lidiaron con el chikan.
Estas historias que salen a la luz conducen a la concienciación del público. Los usuarios de los medios de comunicación en línea y los colaboradores de los medios de comunicación en línea, todos por igual, deberían asumir la responsabilidad de informar y educar a la gente sobre lo que constituye un chikan y cómo pedir ayuda cuando ocurre.
Una ilustración de @ikng_0un ilustrador freelance de Osaka, ha tomado la delantera en Internet. La ilustración representa varios tipos de agresores sexuales que se encuentran en los trenes japoneses.
Se compartió más de 43.000 veces y animó a más víctimas a contar sus historias sobre el trato con Chikan.
Destruir el estereotipo - "Pedirlo
Di lo que quieras, pero ahora hay una prueba: las mujeres no son molestadas o manoseadas por vestirse de forma provocativa. El argumento de que "se lo han buscado", tan popular y rápido para culpar a las mujeres, se vuelve discutible cuando el chikan detenido en Japón admite y revela qué les llevó a "apuntar" a una mujer en particular. En un investigación dirigida por Ayako UchiyamaLa Sra. Baker, que se encuentra en el centro de la ciudad, ha señalado los siguientes resultados:
El primer punto a destacar fue que menos del 5% dijo que un objetivo se fijó en su estilo de ropa provocativo. Al hablar de la violación, la respuesta más común, 45% de ella, fue que la víctima parecía que no lo denunciaría a la policía.
En otros casos de atentado al pudor, 48% de los delincuentes respondieron diciendo que la víctima fue elegida por su aspecto recatado y manso, como si no pudiera hacer nada si alguien la atacara.
¿Qué pueden hacer las mujeres para hacer frente al chikan en Japón?
Estos delincuentes y agresores se aprovechan de la certeza de que la víctima no hablará con nadie al respecto. Una forma de romper el patrón es hablar de verdad. Hacer una escena que ponga fin al chikan en Japón.
Si te manosean en un espacio público, levanta la voz y llama la atención de los demás pasajeros. En la mayoría de los casos, alguien acudirá en tu ayuda y avergonzará al agredido. Las historias de trato con los chikan en Japón, por desgracia, son bastante comunes ahora.
Otra solución es denunciar el asunto al jefe de estación. Con la ayuda de algunos de los pasajeros del tren con usted, el chikan identificado en Japón, puede ser llevado al jefe de estación y ser puesto en custodia para una acción posterior.
Por supuesto, a veces puedes tener demasiado miedo para decir algo. Intenta apartarte de la situación. No tengas miedo de llorar ni te avergüences de estar molesto. Tienes derecho. Han violado tu seguridad y tu espacio personal.
Abre, habla con la gente sobre ello. A menudo se comprueba que compartir este tipo de sucesos puede ayudar a afrontar el trauma experimentado tras ser agredido.
Todas estas historias de trato con el chikan en Japón son reales y pueden ocurrirle a cualquier mujer si no se toman medidas estrictas.
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